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A la edad mediana de los 40, está marcada por una “crisis de los cuarenta” debido que es una etapa importante en la vida de las personas, es así que hacen un alto en el camino para reflexionar sobre el pasado y plantear el nuevo rumbo o los nuevos planes del futuro.
Sin embargo, está crisis de los cuarenta puede llegar afectar al matrimonio también, si la relación conyugal no se encuentra en los mejores términos o no está en un estado saludable o por el contrario alguno de los cónyuges pasa por un estado no armonioso y no afronta la situación de la mejor manera.
La crisis que en algún momento fue individual puede pasar a una crisis matrimonial. De acuerdo a las causas más relevantes se distinguen las siguientes: cuando se considera que las tareas domésticas están conllevando demasiado tiempo y responsabilidades y está afectando la sana convivencia y el matrimonio comienza a volverse una pesada carga.
Aspectos generales de la crisis de los cuarenta

En lo que algunas personas llaman “crisis de los cuarenta”, suele ser una crisis de personalidad, producida entre los 35 y 45 años; coincide en la mitad de la expectativa de vida de las personas, produciendo una evaluación de vida, con base a la comparación metas fijadas y logros obtenidos.
Cuando se cumplen objetivos comunes, que ambos tenían de mutuo acuerdo, y se piensa que ya no hay más en conjunto por realizar puede ser el comienzo de crisis de los cuarenta.
También afecta mucho el no estar preparados o no haber discutido sobre el tema del síndrome del “nido vacío” que no es otra cosa que cuando los hijos dejan la casa, ya sea por motivos de estudio, trabajo o porque han conformado un hogar.
Esto origina en muchas parejas que se sientan solas y la ausencia de los hijos puede causar un deterioro en la vida familiar de los padres, debido que muchas parejas se mantienen unidas por la frenética actividad que conlleva la vida familiar junto a los hijos.
Otro aspecto desafortunado es cuando se ha perdido el norte en la educación en valores y virtudes y se ha sustituido por enfoques materialistas que hacen ver la vida no como una unión sólida sino por convicciones netamente materialistas que en el momento en que esto desaparece llega la desunión familiar.
En un verdadero matrimonio, la pareja tienen que aprender a desarrollar esa vida conyugal, con todas las manifestaciones, descubrimientos y experiencias físicas, afectivas intelectuales, sociales, sexuales, culturales, espirituales y económicas.
Este aprendizaje supone un esfuerzo por armonizar y conjugar lo que son y lo que aportan. Salen de estar consigo mismos para estar con alguien más.
Se busca establecer un marco, para desarrollar la vida en común; buscar la identidad del nosotros, desapareciendo el yo.
A esta edad, aunque parece existir una crisis en el matrimonio, es el momento de demostrar que la promesa hecha el día de la boda, es auténtica.
Algo que es muy importante entender es que hay una gran diferencia entre la crisis de los cuarenta en las mujeres y la crisis de los cuarenta en los hombres, somos diferentes y hay que tomarlo en consideracion.
Aspectos que influyen en la crisis de los cuarenta
También puede ser motivo de “fracaso” familiar cuando uno de los miembros sigue adelante con los planes de educación para cumplir los objetivos de vida en común y resulta que muchas veces la otra persona no continúa estudiando o formándose, sino que se queda sin objetivos y esto puede dificultar la vida en pareja.
Uno de los aspectos que incide son los cambios biológicos, religiosos, psicológicos, físicos, económicos y hasta sociales que se produce al llegar a esa edad, empieza a aparecer malestares pasajeros o situaciones como francas depresiones que ahonda la crisis matrimonial y dependiendo de su duración puede elaborar otros cambios más fuertes.
En términos generales estos cambios pueden tener un valor positivo también ya que es una manera de crecimiento y maduración de la persona y del matrimonio.
La nueva búsqueda de experiencias por parte de uno de los esposos puede colocar en riesgo alto el núcleo familiar, comienzan a coquetear con personas, incluso más jóvenes, sin muchas veces medir el grave riesgo de que dichas infidelidades matrimoniales puede crear una brecha o separación de la pareja.
Otro motivo es cuando aparecen aspectos de desilusión debido al cansancio o desengaño. Debido a que si no han alcanzado los proyectos juveniles o conllevan sobre sí responsabilidades en la educación de los hijos, trabajo, obligaciones sociales etc; pueden llegar múltiples deterioros de la pareja, trayendo como resultado una honda crisis familiar.
La Crisis de los Cuarenta y la separación

A menudo una separación en la relación, después de muchos años de matrimonio, esta muy relacionada a crisis de los cuarenta años, esto debido a que un gran número de estás rupturas y divorcios se presenta en parejas entre los 35 y 50 años de edad de los cónyuges.
Según datos, al aproximarse a los 40 años tanto mujeres y hombres hacen balance en sus vidas y sí encuentran que no son felices tienden por lo general a culpar a su pareja. Encuentran que son víctimas de una relación que no les deja vivir o respirar y no les permite disfrutar de la vida, cuando en verdad no asumen su propia responsabilidad para hacer lo que desearían realmente.
En muchos de los casos cuando los esposos entran en la crisis de los cuarenta, las mujeres actúan como si no sucediera nada, inconscientes realmente de lo que pasa, es así que al pasar el tiempo ellos confiesan que necesitan tiempo y es cuando en última llega la crisis matrimonial.
Consideran que deben vivir una segunda juventud o que han llegado a la mitad de la vida y les entra el afán por hacer aquello que no se habían atrevido y así comienzan a ver a la pareja como un impedimento para lograrlo.
Así, una constante en la crisis de los hombre de los cuarenta es comenzar a buscar una justificación para la separación. En psicología social se denomina a esto como distorsiones cognitivas.
Esto se produce cuando una persona sabe que está haciendo daño a la otra persona o que está faltando a sus propios valores como la lealtad, la familia, el compromiso, busca explicaciones y algunas de estas son: Siempre mandas tú, no puedo hacer lo que quiero o no tengo lugar en la casa, no tengo un lugar.
7 Causas comunes para la crisis matrimonial después de los 40 años

Las crisis matrimoniales son distintas porque cada pareja lo es, las metas, experiencias y anhelos son diversos, por ende, los métodos de vivir las variaciones son distintas pese a ello a los 40 años es frecuente experimentar los siguientes obstáculos.
- Pésima comunicación: las parejas se limitan a abordar los disgustos o preocupaciones individuales, priorizando las necesidades del hogar, los problemas económicos, los problemas que experimentan los hijos. Todo ello evitando un espacio intimo donde ambas partes conozcan los obstáculos personales, siendo reflejado en el deterioro del compromiso matrimonial.
- Infidelidades: A lo largo de los años, las parejas se limitan a la vida rutinaria, obviando que la pasión y la sexualidad son primordiales en el funcionamiento del matrimonio, la edad no limita el vivir una vida sexual activa, se trata de adaptarnos según lo cambios previamente comunicados.
- Problemas económicos: la economía es una de las frustraciones más concurrentes, el ser humano se restringe a cubrir los gastos económicos, olvidando otras necesidades que son primordiales para su matrimonio.
- El síndrome de del nido vacío: Este se basa en la dificultad de adaptarnos al crecimiento de los hijos, causando que los padres experimenten sentimos de soledad, consternación y abandonó. En este proceso los individuos se olvidan de los anhelos personales por preocuparse por los familiares.
- Olvidarse de los objetivos en común: Con el transcurso del tiempo, las metas varían no obstante en esta etapa obviamos las actividades y anhelos conjuntos, nos olvidamos de compartir los logros restándole interés al matrimonio.
- Perdida del compromiso mutuo: Al cumplir 40 años adquirimos responsabilidades y preocupaciones, aislando la importancia del sentir de nuestra pareja, enfocados en “otras prioridades”
- Problemas psicológicos: En la transición hacia los 40 años es frecuente padecer problemas psicológicos originados por los cambios de etapa, dentro de los mas frecuentes se encuentran la depresión y baja autoestima, los cuales influyen dentro de la relación de pareja.
Al analizar todo lo anterior, se puede creer que toda crisis es algo terrible. Pero siempre se puede encontrar al menos una solución, como se verá a continuación.
17 Soluciones para la crisis matrimonial

- Rechazar la irreversible decisión del divorcio, ya que no soluciona ninguna crisis. Lo realmente importante es crear un proyecto de unidad religiosa, familiar y/o social.
- La buena administración de las actividades. Tomar esa etapa como la oportunidad de replantear la relación de pareja y familiar. Ampliar conocimientos o retomar algún curso académico
- La alimentación saludable aleja el fantasma de la obesidad, presión arterial, colesterol y diabetes. Visitar al médico cada 6 o 12 meses. Ante un caso de depresión, hablar con un pastor, sacerdote, psicólogo, psiquiatra o cualquier persona con conocimientos humanos.
- Analizar de manera profunda, serena, inteligente y objetiva las cosas que ya no se pueden hacer, como pareja e individualmente. Programar esas cosas que quería hacer, que no las ha hecho, pero que aún puede hacerla.
- La crisis matrimonial en la pareja se puede superar con entrega y lealtad al cónyugue e hijos. Erradicar el egoísmo, logrando los máximos niveles de humildad, permitiendo perdonar errores cometidos y resolver diferencias, aceptando las limitaciones de edad.
- Se puede comprobar que existe alternativas desde lo médico, estético y dietético para el hombre, la mujer (como individuos) y la pareja (como sociedad), ofreciendo “fórmulas” para conservarse ágil en cuerpo, mente y espíritu: deportes, dietas, cursos y libros.
- El diálogo de manera frecuente y plenamente sincero, llegar a acuerdos que permitan el disfrute de la vida, salidas más constantes, cultivando nuevas amistades. Es posible los cambios sin perder lo conseguido hasta ahora.
- Evitar superar la crisis, por medio de las salidas fáciles, probando otros enfoques profesionales buscando éxito que no se ha obtenido antes. También evitar tomar riesgos excesivos, buscando ganar dinero, prestigio y reconocimiento público, se complican la vida con otras personas, distintas de la pareja.
- Es un error creer que los hijos no entienden lo que sucede a su alrededor. Explique a los hijos, según la edad y situación, los síntomas, consecuencias y soluciones relacionadas con el tipo de crisis que se presenta. Los hijos al pasar por esas situaciones, se preguntan por lo que ven o sienten sus padres.
- El vivir en el pasado, pensando sobre si han perdido el tiempo, por las tareas domésticas y demás obligaciones, están mal. No se debe obsesionar por analizar lo que no se tiene y añorarlo. Las rutinas excesivas, carentes de estímulos gratificantes, junto a excesivas responsabilidades, atrae las situaciones difíciles, pero que son posibles de solucionar.
- Diseñar un plan para el “Nido Vacío”. El volver a estar solos, como se estuvo al comienzo de la vida matrimonial.
- Se debe tener presente que las grandes cosas, se logran con mucho carácter; atendiendo lo ordinario, lo cotidiano, esas obligaciones propias de la familia formada, inclusive las circunstancias que no se puede controlar, poniendo gran énfasis en la fidelidad familiar.
- Evitar los errores irreversibles: abandono de hogar, salidas con alguien más joven, fomentar infidelidades con los compañeros, abandonarse al alcohol o drogas, juegos de azar. Huya de las grandes inversiones, coches de lujo, no aparente o llame la atención, usar ropas estrafalarias. Parejas con personalidades inseguras son quienes cometen estos errores.
- La conquista más loable es la del cuerpo y el espíritu. Y ahora es el momento, ante la necesidad de sentirse joven, sin ejercicios exagerados, sin cirugías o tratamientos innecesarios. Comenzar con ejercicios sencillos, para que músculos y mente se conserven en buen estado. Lograr que corazón y pulmones te lo agradezcan con el tiempo.
- Existen múltiples organizaciones religiosas, sociales o políticas, para practicar el voluntariado como pareja. Siempre hay algo que hacer, y esas actividades aportan equilibrio de opinión, madurez y experiencia. Este trabajo de equipo, evita llegar al enfriamiento y el distanciamiento en las actividades cotidianas. Es una oportunidad de unificar ideas, sentimientos y objetivos.
- Para lograr soluciones definitiva, falta mucho valor, humildad y amor por la familia, para una toma de decisiones adecuadas. No basta con pequeñas correcciones y después creer que hay una luz al final del túnel. Esa luz puede ser la del tren del divorcio, viajando en contra nuestra.
- Esclarecer los conflictos, aun los pequeños, que muchas veces son la causa del enfriamiento del amor matrimonial. Los grandes conflictos están abocados, antes o después, a terminar en ruptura
Para superar dichas crisis se busca es prevenir y combatir la etapas del conflicto de la pareja, es importante tener presente el esfuerzo que ha costado conseguir construir una relación, los hijos, el trabajo, los amigos; igualmente tener una actitud positiva y valorar lo vivido, trabajar el autoestima en la juventud, ayuda a contra restar estas conductas negativas de la edad media de los 40.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es la crisis de los cuarenta y cómo afecta a las relaciones?
La crisis de los cuarenta se refiere a un periodo de dudas y cuestionamientos que muchas personas experimentan cuando se acercan a la mediana edad. Esta crisis puede afectar a las relaciones de varias maneras. Por ejemplo, las personas de cuarenta años pueden empezar a replantearse sus opciones vitales, incluidas sus relaciones. Pueden sentir que han perdido el contacto con su pareja o que llevan demasiado tiempo en la rutina. Esto puede provocar conflictos o el deseo de hacer cambios significativos en sus relaciones.
¿Cómo puedes reconocer los signos de una crisis de la mediana edad en tu pareja?
Los signos de una crisis de la mediana edad pueden variar de una persona a otra, pero hay algunos comunes a los que hay que prestar atención. Tu pareja puede preocuparse repentinamente por su aspecto, empezar a tomar decisiones impulsivas, volverse distante o malhumorada, o empezar a cuestionarse el sentido de su vida. También puede expresar el deseo de hacer cambios importantes en su vida, como dejar el trabajo o poner fin a la relación. Si observas alguno de estos signos en tu pareja, puede ser una buena idea hablar con ella y expresarle tus preocupaciones.
¿Pueden sobrevivir las relaciones a una crisis de mediana edad?
Sí, las relaciones pueden sobrevivir a una crisis de mediana edad, pero requiere esfuerzo y compromiso por parte de ambos miembros de la pareja. La clave es comunicar abierta y honestamente tus sentimientos y trabajar juntos para encontrar soluciones. Esto puede implicar hacer algunos cambios en su relación o en sus vidas individuales, como dedicaros a nuevos intereses o buscar ayuda profesional. Es esencial que sean pacientes y se apoyen mutuamente durante este tiempo y que reconozcan que es normal experimentar algunos altibajos.
Enlaces externos sobre crisis en el matrimonio
- https://www.psicologia-online.com/como-superar-una-crisis-matrimonial-4675.html
- https://www.iepp.es/crisis-pareja-sintomas-soluciones/
- https://www.aarp.org/espanol/hogar-familia/familia-bienestar/info-2021/separacion-divorcio-matrimonios-mediana-edad.html
- https://www.aarp.org/espanol/hogar-familia/familia-bienestar/info-2020/relacion-de-pareja-durante-coronavirus.html
- https://www.psychologytoday.com/es/blog/7-hechos-acerca-del-divorcio-en-matrimonios-de-larga-duracion