Aprende cómo almacenar alimentos de una forma segura

Almacenar alimentos adecuadamente es crucial para mantener su frescura y evitar que se estropeen. Hay algunas cosas clave que debes tener en cuenta en el almacenamiento de alimentos a largo: presta atención a las fechas de caducidad, guarda los artículos perecederos en la nevera o el congelador y mantén la despensa y la nevera organizadas. Con un poco de cuidado, puedes mantener tus alimentos frescos y deliciosos durante semanas o incluso meses.

La importancia de almacenar alimentos

Cuando se trata de alimentos, todos queremos que duren. A nadie le gusta gastar dinero en comida para que se estropee una semana después. Por eso es importante saber cómo almacenar los alimentos adecuadamente.

Hay algunas cosas que puedes hacer para prolongar la vida de tus alimentos. En primer lugar, asegúrate de que utilizas los recipientes adecuados. Los recipientes de vidrio o de plástico hermético son los mejores para mantener los alimentos frescos. En segundo lugar, presta atención a las fechas de vencimiento y utiliza los alimentos antes de que se estropeen. Por último, mantén la nevera y la despensa organizadas para que puedas ver fácilmente lo que hay que consumir primero.

Siguiendo estos sencillos consejos, puedes ahorrar dinero y reducir el desperdicio de alimentos en tu casa. 

Enfermedades de transmisión alimentaria por alimentos mal almacenados

Las enfermedades transmitidas por los alimentos son una de las principales causas de muerte en Estados Unidos. Cada año se producen 48 millones de casos de enfermedades transmitidas por los alimentos y 3.000 muertes. La mejor manera de prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos es practicar la seguridad alimentaria.

Hay cuatro sencillos pasos para la seguridad alimentaria: limpiar, cocinar, refrigerar y separar. En primer lugar, limpia todas las superficies y utensilios que entren en contacto con los alimentos. Segundo, cocina los alimentos a la temperatura adecuada. Tercero, refrigera los alimentos perecederos antes de dos horas. Por último, mantén la carne y las aves crudas separadas de los alimentos listos para comer.

Siguiendo estos cuatro pasos, puedes ayudar a mantener a tu familia a salvo de las enfermedades transmitidas por los alimentos. Para más información sobre la seguridad alimentaria, visita el sitio web del USDA en https://www.fsis.usda.gov/

Almacenando alimentos en el refrigerador

Los alimentos almacenados en el frigorífico o el congelador deben estar en envases excelentemente envueltos, como celofán y papel de aluminio, o en recipientes herméticos, como bolsas con cierre y contenedores de plástico con tapas y mecanismos de cierre. Se sugiere un candado para mantener a los niños y a los cónyuges fuera de tus helados favoritos. Lo principal es que la comida esté sellada; no entra nada y no sale nada.

Aprende cómo almacenar alimentos de una forma segura

Los alimentos sellados conservan eficazmente el sabor y la humedad, además de frustrar cualquier intento de otros alimentos con jugos que gotean y aromas más fuertes que se filtran y se transfieren a platos en los que no deben estar. Por no hablar de que el frigorífico es mucho más fresco y fácil de limpiar.

Es crucial mantener las carnes crudas y las aves de corral selladas lo mejor posible, debido a su tendencia a gotear y filtrar bacterias a los alimentos que no están destinados a ser cocinados o incluso a tus sobras. Esto puede causar una enfermedad común llamada «intoxicación alimentaria». 

Los alimentos perecederos deben mantenerse a una temperatura de 35 a 40 grados Fahrenheit para maximizar su frescura. Estos alimentos incluyen, entre otros, todas las carnes (ternera, cerdo, aves, pescado de agua dulce y marisco), los huevos, todos los productos lácteos (leche, queso, yogur, etc.), la mayoría de las frutas y la mayoría de las verduras.

¿Por qué el enfriamiento o la refrigeración ayudan a conservar los alimentos?

Pues la ciencia básica es sencilla. La temperatura es una medida que nos indica la velocidad a la que se mueven las moléculas. El frigorífico es una herramienta que ralentiza las moléculas de los alimentos, disminuyendo así la velocidad a la que se estropean. Cuanto más caliente está el alimento, más rápido se estropea, por eso es tan ventajoso congelar los alimentos. Congela los alimentos a temperaturas inferiores a cero grados Fahrenheit para que se conserven durante más tiempo.

Por el contrario, la criopatía o «destrucción de tejidos por congelación» es cuando las moléculas de la materia viva, como la carne, se ralentizan tanto que pierden su cohesión molecular y se rompen. Esto es lo que ocurre cuando algo se descompone. Por tanto, la quemadura por congelación en la carne o en cualquier alimento es en realidad una descomposición por congelación, asquerosa, no la comas.

Sin embargo, las empresas de frigoríficos siguen sin ver ninguna razón para integrar un termómetro que nos permita saber a qué temperatura están nuestros alimentos. En su lugar, utilizan este dial con un número o una imagen roja y azul que indica más frío o más caliente. El dial sólo controla la refrigeración de los alimentos y no nos dice a qué temperatura está el frigorífico.

Por lo tanto, tanto si almacenas, como si preparas o sirves tus alimentos, es esencial que los mantengas a la temperatura correcta. Hazte con un buen termómetro para el congelador y el frigorífico. No te extrañes de la temperatura de tus alimentos, simplemente vigila las cosas. Te darás cuenta de que, como el frigorífico está controlado por un dial, refrigera a ese mismo ritmo sin importar el frío o el calor que haga en el interior del frigorífico, por lo que en invierno puede que tengas que bajar el dial para que no se congele la leche.

Almacenamiento de las frutas frescas

Las frutas que pueden almacenarse a temperatura ambiente mientras maduran son, entre otras, los albaricoques, el kiwi, los mangos, las nectarinas, las papayas, los melocotones, las peras, las piñas y las ciruelas. Una vez que hayan madurado, refrigéralas y consúmelas en un plazo de 2 a 3 días para obtener la máxima frescura.

Las manzanas almacenadas en el frigorífico se mantienen crujientes durante más tiempo, pero pueden conservarse a una temperatura ambiente fresca. Otras frutas que pueden conservarse a una temperatura ambiente fría son los plátanos, los dátiles, los limones, las limas, los pomelos y las naranjas. Las manzanas pueden conservarse a esta temperatura durante unos días, los cítricos hasta una semana, y los dátiles varias semanas, cualquier tiempo mayor mételo en la nevera.

Las frutas compradas mientras están maduras son, entre otras, las bayas, las cerezas, los higos, las uvas, los melones, las granadas y las mandarinas. Éstas deben refrigerarse y consumirse en unos 2 ó 3 días. Las granadas parecen durar más tiempo, pero no esperes demasiado porque pueden ser caras.

Almacenamiento de las verduras frescas

Muchas verduras pueden conservarse a temperatura ambiente o en el frigorífico. Sin embargo, lo ideal para muchas verduras es una habitación oscura y ventilada a una temperatura de 50 grados Fahrenheit. Entre estas verduras están el chayote, el ajo, la cebolla, la patata y el boniato, el colinabo y la calabaza de invierno. Estas verduras pueden conservarse en este entorno durante unos 2 meses.

Recuerda que técnicamente un tomate es una fruta, no una verdura, a pesar de su sabor o del tipo de planta en que crece. Los tomates deben madurarse a temperatura ambiente y luego refrigerarse.

Algunas verduras se estropean más rápido que otras y deben refrigerarse; los guisantes y el maíz deben consumirse lo antes posible, mientras que las zanahorias y la col pueden conservarse durante más tiempo. En la mayoría de los casos, no laves la verdura hasta que estés listo para servirla y comerla, ya que así se evita el moho y la putrefacción. Sin embargo, el apio, la escarola, las verduras de corazón, las hierbas, la lechuga, las espinacas y los berros deben lavarse antes de guardarlos.

Almacenamiento de alimentos enlatados y secos

Tener la despensa llena puede ser divertido y tranquilizador. Sin embargo, conservar los alimentos que vienen en latas y secos más allá de su fecha de caducidad o incluso de su fecha de frescura puede ser malo a la hora de cocinar para obtener sabor y nutrición. Estos alimentos deben conservarse en un armario fresco y seco a una temperatura no superior a los 65 grados Fahrenheit. Los artículos indispensables, como la harina, la sal, el azúcar, la pasta y los cereales, deben guardarse en recipientes a prueba de humedad. 

Además, trasladar estos artículos a recipientes a prueba de pinchazos y derrames, como tarros y cubos de plástico, puede mejorar mucho la organización y facilitar la limpieza de los armarios. Los cereales refinados tienden a durar más que los integrales, así que vigila la harina de trigo integral y el arroz integral, quizás en recipientes transparentes. 

Para añadir proteínas a tu dieta, abre todas tus bolsas y cajas de productos secos. Espera a que la saturación de los bichos llegue a su punto máximo y luego cocínalos y sírvelos, ¡qué rico! No hay nada como las tortitas de trigo integral y unos bichitos dulces.

Las especias y hierbas secas conservan mejor su valor para tus esfuerzos culinarios en tarros bien cerrados. La luz es el enemigo guarda tus preciadas hierbas en un lugar oscuro, en un tarro oscuro y cerrado, de cristal o cerámica si es posible. Los aceites son iguales, salvo que debes asegurarte de que son herméticos y a prueba de derrames; para los aceites es más conveniente un lugar más fresco que el de las hierbas y especias. Los aceites de frutos secos pueden conservarse más tiempo si se refrigeran.

Almacenamiento de hierbas y especias frescas

En mi opinión, las hierbas frescas son mejores que las secas y deben utilizarse siempre que sea posible. Su aroma y color pueden marcar la diferencia en un plato corriente con el que te has quedado a cuadros. Muchas hierbas se pueden cultivar en casa en una maceta en el cerramiento de tu ventana y cada vez es más fácil encontrarlas en tiendas de alimentación especializadas e incluso en supermercados.

Las hierbas frescas expulsan su sabor más rápidamente que las secas, por lo que deben picarse justo antes de usarlas y añadirse a los platos calientes hacia el final de la cocción. Algunas hierbas no deben picarse ni cortarse, como la hoja de laurel, ya que son tan potentes que pueden ser perjudiciales para la comida si se pican, por no mencionar que son difíciles de masticar y tragar. Mucha gente incluso saca hierbas de este tipo de las sopas para que no se las coma accidentalmente un amigo ingenuo.

Cuando sustituyas las hierbas y especias frescas por las secas, o viceversa, utiliza la proporción de 1 cucharadita seca por 1 cucharada fresca.

Aunque las hierbas son rápidas en impartir su sabor, las especias son una historia diferente. Las especias suelen necesitar más tiempo para transmitir su sabor y aroma. Así que sigue las indicaciones de la receta y utiliza tu experiencia y conocimientos para saber cuándo las indicaciones son erróneas o incompletas al añadir las especias. Las especias deben molerse frescas sólo con un molinillo de especias, un rallador de nuez moscada o incluso un mortero. Encontrarás una diferencia asombrosa entre las especias premolidas y las recién molidas.

¿Qué alimentos almacenar en caso de supervivencia?

Cuando se trata de sobrevivir, la comida es una de las cosas más importantes que hay que tener a mano. Aquí tienes algunos consejos sobre qué alimentos almacenar en caso de emergencia:

  1. Los productos enlatados son una gran opción porque tienen una larga vida útil y se pueden comer sin cocinar.
  2. Las frutas y verduras secas también son buenas opciones porque son ligeras y fáciles de almacenar.
  3. Los frutos secos y las semillas tienen un alto contenido en proteínas y grasas, por lo que son una buena opción para situaciones de supervivencia.
  4. Por último, ¡no te olvides del agua! Es esencial para la supervivencia, así que asegúrate de tener mucha agua fresca almacenada en caso de emergencia y si es posible compra varias cajas de agua almacenada en botellas de plástico.

Consecuencias inadecuadas del almacenamiento de alimentos

Si eres como la mayoría de la gente, probablemente no pienses mucho en cómo almacenas tus alimentos. Pero si quieres que tus alimentos se mantengan frescos y sean seguros para su consumo, es importante conocer la forma adecuada de almacenarlos. He aquí algunos errores comunes que la gente comete al almacenar los alimentos, y las consecuencias de hacerlo.

Un error que se comete a menudo es guardar los alimentos en recipientes que no son herméticos. Esto puede hacer que los alimentos se estropeen más rápidamente o se infesten de plagas. Otro error es guardar artículos perecederos, como la carne y los productos lácteos, en el congelador durante demasiado tiempo. Estos artículos pueden sufrir quemaduras por congelación, lo que los hace menos sabrosos y nutritivos.

Así que la próxima vez que vayas a guardar la comida, tómate unos minutos más para pensar en cómo vas a almacenarla. Así podrás evitar estos errores y ahorrar dinero al no tener que tirar comida. 

Grupo Editorial 40
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Somos un grupo de adultos mayores de 40 años que queremos compartir nuestras experiencias y ayudarnos entre todos a vivir esta espectacular etapa de la vida.

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