La importancia de la salud mental

Se podría iniciar este artículo haciendo énfasis en que la salud mental no tiene una definición correcta y completa para definir lo que estas palabras quieren decir de forma general. La salud mental abarca el bienestar personal y social, cumpliendo con nuestros estándares y nuestros deseos, sin dejar de satisfacer a las personas que se encuentran involucradas con nosotros.

Aunque parezca obvio, la salud mental es importante en nuestro dia a dia y muy poca importancia se le da debido a las rutinas de trabajo que tenemos.

Nuestra mente es la encargada de organizar nuestros pensamientos, nuestros intereses y nuestras ganas de realizar cualquier actividad. De ella depende la paz que toda persona podría desear alcanzar en algún punto de su vida, dado que esto es algo que no toda persona logra conseguir completamente ya que siempre habrán factores que la afecten.

Dependiendo de las culturas en diversas áreas y las costumbres de un poblado, la salud mental podría abarcar ámbitos diferentes a los que conoces como normal. La calidad de vida afecta enormemente al nivel de salud mental que poseamos en determinado momento y ante determinada situación.

Durante toda la vida es importante que cuides de tu salud mental. Desde que eres un niño, la mente comienza a adquirir conocimientos con respecto al mundo para adecuarse a todo lo que nos rodea y adaptarse a sobrevivir.

En hogares con conflictos, por ejemplo, la mente se amolda a ver la violencia y la agresión como algo normal en muchos niños. Por el contrario, podría crearse un efecto de miedo al presenciar este tipo de situaciones una vez la persona es adulta, lo que se denomina como síndrome post traumático.

En pocas palabras, la mente dominará las acciones que tenga el cuerpo bajo determinadas situaciones, obligándolo muchas veces a reaccionar de manera involuntaria sin incluso poder darte cuenta de lo que estás haciendo.

Según la Federación Mundial para la Salud Mental, la salud mental tiene que ver con: Cómo nos sentimos con nosotros mismos, Cómo nos sentimos con los demás y en qué forma respondemos a las demandas de la vida. No existe una línea divisoria que separe con precisión a la persona mentalmente sana de la que no lo está. En verdad, existe toda una gama de grados de salud mental y no hay una característica singular que pueda tomarse aisladamente como evidencia de que se la posee. Entre las características de las personas mentalmente sanas se encuentran las siguientes:

  • No están abrumadas por sus propias emociones (rabia, temores, amor, celos, sentimientos de culpa o preocupaciones).
  • Pueden aceptar sin alterarse las decepciones de la vida.
  • Tienen una actitud tolerante, despreocupada, respecto a la propia persona y a los demás y son capaces de reírse de sí mismas.
  • Ni subestiman ni sobrevaloran sus habilidades.
  • Se respetan a sí mismas.
  • Se sienten capaces de enfrentar la mayoría de las situaciones.
  • Consiguen placer de las cosas simples de la vida cotidiana.
  • Son capaces de amar y tener en consideración los intereses de los demás.
  • Sus relaciones personales son satisfactorias y duraderas.
  • Les gusta confiar en los demás y sentir que los otros confían en ellos.
  • Respetan las múltiples diferencias que encuentran en la gente.
  • No se aprovechan de los demás ni dejan que se les utilice.
  • Se sienten parte de un grupo.
  • Se consideran implicados en los avatares que afectan a la sociedad.
  • Enfrentan sus problemas a medida que se van presentando.
  • Aceptan sus responsabilidades.
  • Modifican su ambiente cuando esto es posible y se ajustan a él cuando es necesario.
  • Planifican para el futuro, al que enfrentan sin temor.
  • Tienen la mente abierta a nuevas experiencias e ideas.
  • Hacen uso de sus dotes y aptitudes.
  • Se fijan sus metas ajustándose a la realidad.
  • Son capaces de tomar sus propias decisiones.
  • Consiguen satisfacción en poner su mejor esfuerzo en lo que hacen.

Según Johnson (2000) la salud mental supone un dominio de las áreas de la vida relacionadas con el amor, el trabajo, el juego e incluso con la felicidad. Entre los componentes de la salud mental se encuentran los siguientes: El Autodominio, la Orientación del Crecimiento, la Tolerancia de la Incertidumbre, el Autoestima, el Dominio del Entorno, la Orientación a la Realidad y el Tratamiento Individualizado del Estrés.

Si entendemos la salud como “equilibrio”, entre el hombre y su medio, está claro que no es una cuestión estática, permanente, ni definitiva, sino que tiene que ir adecuándose continuamente a las condiciones del medio tanto como a las condiciones internas de las personas, ya que ambas (condiciones externas e internas) son cambiantes permanentemente. No olvidemos, en este sentido, que cada uno de nosotros somos seres únicos, somos individualidades sumergidas, subsumidas en un conjunto, único, por un lado, y común, por otro, de circunstancias vitales. Cada uno de nosotros tenemos una “filosofía de la vida” y tenemos una “forma de ser o estar” en el medio que nos ha tocado vivir.

El “proceso de vivir” del ser humano es muy complejo, es el resultado de múltiples interacciones, de múltiples relaciones consigo mismo y con el mundo circundante; y, por tanto, cualquier intento de definición resulta, necesariamente, simplista. Describir y delimitar los componentes que intervienen en la vida humana no es tarea sencilla, dado que los procesos vivenciales de los actores sociales son tremendamente complejos.

Aspectos de la Salud Mental en América Latina y el Caribe

En Latinoamérica el avance en la atención psiquiátrica ha presentado serias limitaciones y dificultades, debido a esta situación, desde principios de la década de los noventa,  se origina un movimiento denominado  Iniciativa para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica, al cual se incorporaron, en su momento, la casi totalidad de países de la región. Este inmenso esfuerzo permitió que se celebrara en Caracas, Venezuela, en noviembre de 1990 La Conferencia sobre la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica en América  Latina, en donde de donde surgió la  “Declaración de Caracas”, transcendental documento que marcó la pauta en la región y ha servido en diversos países como base para las acciones y/o legislaciones en materia de Salud Mental.

Existen algunos documentos importantes  que pueden ayudar a los países a impulsar la  reforma de los servicios de salud mental: la Declaración de Caracas, las Resoluciones del  Consejo Directivo de la OPS/OMS (1997 y 2001),  el Informe Mundial de Salud (OMS 2001), y los Principios de Brasilia (OPS 2005).

Las 10 recomendaciones del “Informe  Mundial sobre la Salud” (OMS, 2001) constituyen una guía para la acción, a saber:

  1. Dispensar tratamiento en la Atención Primaria.
  2. Asegurar la disponibilidad de medicamentos psicotrópicos.
  3. Prestar asistencia en la comunidad.
  4. Educar al público.
  5. Involucrar a las comunidades, las familias y los consumidores.
  6. Establecer políticas, programas y legislación  a escala nacional.
  7. Desarrollar los recursos humanos.
  8. Establecer vínculos con otros sectores.
  9. Vigilar la salud mental de las comunidades.
  10. Apoyar nuevas investigaciones.

Adicionalmente, la OMS ha producido un Conjunto de Guías sobre Políticas y Servicios de Salud Mental que se encuentran a total disposición de los interesados y que pueden constituir una importante herramienta práctica de trabajo para aquellos países que desean profundizar en los procesos de reestructuración o fortalecimiento de sus sistemas nacionales de salud mental.

En la Conferencia Regional para la Reforma de los Servicios de Salud Mental (Brasilia, 2005) se destacó que existen experiencias exitosas en algunos países latinoamericanos y caribeños. La Declaración Final de Brasilia menciona  los nuevos desafíos que se han hecho más evidentes en estos  casi dos décadas, nos referimos a cinco grandes temas es decir:

  1. La necesidad de atención de salud mental para los grupos vulnerables, como las poblaciones indígenas y las comunidades afectadas por desastres naturales.
  2. Los trastornos mentales y la problemática psicosocial de la niñez y adolescencia.
  3. La conducta suicida.
  4. Los problemas relacionados con el alcohol y/o abuso de sustancias.
  5. El aumento creciente de las diferentes modalidades de violencia, que exige una participación activa de los servicios de salud mental.

Finalmente con el nuevo milenio se ha marcado también el paso a un nuevo período de la reforma de los servicios de salud mental en la región, en particular en los países del caribe quienes dada su particular relación con el continente han internalizado la necesidad de ir a la par en las políticas comunes planteadas en los foros internacionales.

El Bienestar Personal

Al hablar de la Salud mental es necesario referirse al Bienestar Personal el cual es no es definido de manera explícita en las diversas literaturas que estudian el tema, sino que su acepción se encuentra inmersa en tres grandes categorías es decir,  la primera que resuelta de la valoración en términos positivos que tiene individuo de su propia vida,  la segunda  que incide en la preponderancia de los sentimientos o afectos positivos sobre los negativos y la última que está más cercana a los planteamientos filosófico-religiosos ya que concibe la felicidad como una virtud o gracia divina.

La importancia de la salud mentalPor otra parte es importante destacar que el Bienestar Personal tienes tres elementos característicos a saber, su Carácter Personal, su Dimensión Global y la Necesaria Inclusión de Medidas Positiva; a su vez los componentes del Bienestar Personal incluyen a los afectos positivos y negativos,  la satisfacción con la vida y los dominios de satisfacción; un ejemplo que indica la acción de los componentes del Bienestar Personal seria: La Alegría (Afecto Positivo), la Culpa y Vergüenza (Afecto Negativo), el Deseo de Cambiar la Vida (Satisfacción con la Vida) y el Trabajo (Dominios de Satisfacción).

También tenemos que las dimensiones del Bienestar Personal vienen dadas por el tiempo de referencia que varía entre lo duradero y lo transitorio en el cual está incluida la felicidad individual, siendo este atravesado por la línea del Tipo de Proceso Cognitivo /Afectivo la cual comparte la Incongruencia y los Afectos Positivos y Negativos, además observamos que las variables que influyen en el bienestar personal consideran las siguientes categorías: salud, variables sociodemográficas, características individuales, variables comportamentales y acontecimientos vitales.

El principal problema para poder estudiar con detalle los modelos explicativos del Bienestar Personal se debe a la incertidumbre acerca de qué variables son las que lo condicionan o favorecen y cuáles son consecuencias del mismo por lo que con la  pretensión de avanzar algo en la comprensión de sus causas, Wilson (1967) propuso dos postulados explicativos: 1) La pronta satisfacción de las necesidades causa la felicidad, mientras que su persistente insatisfacción provoca infelicidad; 2) El grado de realización necesario para producir satisfacción depende del nivel de adaptación o de las aspiraciones, que se ve influido por la experiencia pasada, las comparaciones con los demás, los valores personales y otros factores.

Estos dos postulados se identifican con sendas perspectivas, teorías o modelos explicativos en el área del bienestar personal. El primero de ellos, se corresponde con las teorías denominadas de abajo-arriba (bottom-up) mientras que el segundo, en cambio, se relaciona con la perspectiva teórica arriba-abajo (top-down)

Por último la importancia de los estudios que abordan el tema del bienestar personal es la identificación de cómo el individuo siente o vive su realidad, más allá de si lo que percibe está sustentado en datos duros, el adjetivo personal sugiere lo declarado por el propio entrevistado y no a través de agentes externos como el gobierno, la academia u organismos internacionales, lo cual  hace que dicho estudio de características reales de cada grupo social o población analizada.

La Salud Mental en Situaciones de Desastres

Cuando se presenta  un evento natural no común como por ejemplo un desastre natural, las expresiones y reacciones son frecuentes. Puede ser que algunas de esas sentimientos y/o emociones  nunca se hayan experimentado en las persona, pero estas son diferentes y puede responder de distinta manera en ciertos momentos.

Algunos criterios para determinar que una expresión emocional se está convirtiendo en sintomática son:

  • Prolongación en el tiempo.
  •  Sufrimiento intenso.
  • Complicaciones asociadas (ejemplo, una conducta suicida).
  • Afectación del funcionamiento social y cotidiano de la persona

No obstante algunas de las manifestaciones que pueden observarse en personas adulta son: Nerviosismo o ansiedad, Tristeza y/o llanto, Culpabilidad por haber sobrevivido, Ideas de suicidio, Fatiga, Problemas para dormir o descansar, Confusión para pensar y/o problemas de concentración, Problemas de memoria, Disminución de la higiene personal, Cambio en los hábitos alimenticios, Pérdida de confianza en uno mismo, Recuerdos muy vivos del evento, Culpar a los demás, Frustración, Desorientación en tiempo o lugar, Sentimiento de impotencia, Uso excesivo de alcohol y/o drogas, Problemas en el trabajo y/o familia, Enojo y/o irritabilidad, Inseguridad, Necesidad de estar solo, Crisis de miedo o pánico, Disminución en la resistencia física, Dificultades para retornar al nivel normal de actividad, Sentirse aislado o abandonado, Sentirse frío emocionalmente, Sentirse abrumado, Intensa preocupación por otros, Náuseas, Dolores de pecho o cabeza, Temblores musculares, Dificultad para respirar, Palpitaciones o taquicardia y Aumento de la presión sanguínea.

Algunas recomendaciones útiles para los afectados, sus familiares y amigos

Para los afectados:

  • Buscar compañía y hablar. Compartir sentimientos y pensamientos con otros.
  • Escuchar y ayudar a sus compañeros.
  • Permitirse sentirse mal, deprimido o indiferente.
  • Realizar ejercicios físicos suaves, alternados con relajación.
  • Estructurar el tiempo y mantenerse ocupado.
  • No evadir el dolor o sufrimiento con el uso de drogas o alcohol.
  • Tratar de mantener un itinerario de vida lo más normal posible.
  • Hacer cosas que lo hagan sentir bien, útil y solidario.
  • Tomar pequeñas decisiones cotidianas.
  • Descansar lo suficiente.
  • Intentar, dentro de lo posible, comer bien y regularmente.
  • Saber que los sueños y pensamientos recurrentes acerca del evento traumático son normales y deben ser compartidos

Para los familiares y amigos de los afectados:

  • Escucharlos detenidamente y acompañarlos.
  • Promover ayuda y solidaridad, así como fortalecer vínculos entre familiares y amigos.
  • Proveer información suficiente.
  • Estimularlos a participar en las tareas de la vida cotidiana.
  • Comprender y aceptar el enojo y otros sentimientos de los afectados.
  • No decirles que tienen “suerte de que no les fue peor”. Las personas traumatizadas no encuentran consuelo en esas frases. En cambio, se puede expresar que lamenta lo sucedido y que lo entiende

Finalmente lo más importante es seguir las indicaciones de los profesionales en la salud, ellos son los únicos capacitados para ayudar de manera efectiva a los afectados, tanto a las víctimas como a sus familiares, ya que en situaciones de este tipo una vez llegada la calma se debe mantener el orden para asi poder seguir la vida cotidiana corrigiendo de forma particular y colectiva a la población directa e indirectamente afectada.

¿Salud mental o enfermedad mental?

Existe un debate dentro de la sociedad en que separan, o unen, el concepto de salud mental y enfermedad mental.

¿Salud mental o enfermedad mental?Pero lo más correcto para entregarle una similitud a ambas sería afirmar que una deriva de la otra. Mientras que la salud mental determina de cierta forma el estilo de vida de una persona, determinando la actitud, la personalidad y la toma de decisiones; las enfermedades mentales afectan al comportamiento de la persona, junto con su estado de ánimo y la forma en que afronta ciertas situaciones.

Una persona cuya salud mental no sea la mejor no necesariamente poseerá una enfermedad mental provocada por su mala calidad de vida. Al igual que alguien, por padecer de alguna enfermedad mental, no implica que su salud y calidad de vida se vean completamente afectadas por esta.

Si bien es cierto que las enfermedades mentales son algo de lo cual cuidarse, hay muchas diferencias entre estas y la salud mental por lo que la manera de identificar una enfermedad ha cambiado al pasar el tiempo.

Ciertas características de las enfermedades mentales podrían ser pasajeras, así como la depresión que podría generar una persona por una situación determinada que la ha llevado a tocar fondo. Poco a poco esta situación podría mejorar, o verse superada por la persona, para aumentar su salud mental y llegar a eliminar casi completamente la depresión.

Sin embargo, existen muchas enfermedades mentales cuya situación no se verá mejorada bajo ninguna circunstancia si no se trata médicamente como es debido.

Los trastornos de sueño, como el insomnio, podría ser un indicativo de que una persona comienza a generar alguna enfermedad mental. Al igual que los cambios repentinos de humor podrían ser un efecto secundario de este tipo de enfermedades.

Cuando estas condiciones comienzan a presentarse deben ser evaluadas por un experto para juntos encontrar una solución o algún tratamiento para que la condición de la persona no empeore.

Riesgos de una mala salud mental

Riesgos de una mala salud mentalLa mente debe ser tratada como una persona mayor: Es capaz de valerse por sí misma durante muchas situaciones, pero necesitará de tu ayuda para cumplir con ciertos tipos de actividades básicas. Algunos estímulos podrían ayudarla a evolucionar y en ciertas ocasiones solo necesitará descansar para sentirse renovada.

Se corre un gran riego cuando la mente se somete a eventos traumáticos y no se trata de la manera correcta. Para estas ocasiones existen psicoterapeutas especializados en ayudar a personas que padezcan de traumas de cualquier tipo.

Una mala salud mental conlleva a la persona a distanciarse de las cosas que más le gustan e incluso de personas cercanas; las personas más queridas son aquellas de las que primero se aleja alguien cuya salud mental es baja, ya que prefiere evitar dañarlas con sus problemas y defectos.

Debemos recalcar que la salud mental es algo que debe ser cuidada con mucho énfasis, porque en algunas personas esta suele ser muy frágil y se podría derivar en una enfermedad o algún tipo de trastorno.

Los problemas de pareja comenzarán a ser abundantes debido a la baja calidad mental que posea la persona. Los ánimos decaerán en picado y podría presentar vicios que, desde su punto de vista, serían la mejor opción para calmar todo lo que su mente está pasando en determinados momentos.

Entre tantas complicaciones mentales, el cuerpo comenzaría a verse afectado negativamente, causándole enfermedades e inconvenientes que disminuirían su estabilidad.

El sistema inmunitario sería uno de los principales afectados, dejando al cuerpo más desprotegido contra enfermedades ambientales, desde la más simple e inofensiva hasta las más severas y agresivas.

Incluso, en situaciones muy fuertes, la mente podría afectar al corazón provocando cierta variedad de enfermedades cardíacas. Pondremos el ejemplo de una desilusión amorosa.

Aquella en la que crees no poder más y prefieres dejar ir la vida antes de continuar con ese sufrimiento; ese sentimiento de abandono intenso podría provocar que el corazón sufriera un ataque. Así que, técnicamente, si es posible morir por culpa de un corazón roto, aunque la culpa la tenga nuestra mente.

Pero siempre existirá ese riesgo, como en toda enfermedad, de llegar a una posible muerte, aunque no siempre podría ser de manera natural…

Cuando la salud mental se encuentra en su punto mínimo, las ganas de vivir de la persona podrían verse fuertemente afectadas, llevándola a un estado de disminución anímico día tras día. Cuando la mente se encuentra en este punto, la persona podría comenzar a presentar trastornos en que no podría diferenciar sus propios pensamientos de las ideas provocadas por la mala situación en la que se encuentra.

En estos momentos es cuando se crean las autolesiones; un método en el que las personas buscar poder sentir algo que realmente los haga recordar que la vida duele, pero puede ser curada poco a poco dejándole al tiempo trabajar. Aunque no siempre esto logra el efecto deseado, llegando las ocasiones en que la mente les indica a las personas que la mejor manera de superar todo esto es acabar con todo el dolor de forma instantánea…

Las enfermedades mentales han sido las causantes de más del 90% de los suicidios registrados a nivel mundial.

Son muchas las situaciones que no son tomadas con la seriedad que estas requieren, haciéndolas pasar desapercibidas sin hacer notar que realmente presentan un tema de preocupación para alguien.

El estrés y la ansiedad afectan nuestra salud mental

El estrés y la ansiedad afectan nuestra salud mentalLa mayoría de los problemas que generan una mala salud mental provienen del estrés y la ansiedad obtenidos en el día a día de las personas. A causa de este tipo de conflictos, la mente va generando presión que llegará hasta al cuerpo de forma negativa para su salud.

El estrés y la ansiedad son los causantes de las principales enfermedades emocionales y la baja salud mental que podrían presentar las personas luego de los 40 años debido a todo lo que conlleva ser un adulto.

Las responsabilidades representan una carga mental fuerte en los adultos. Pensar en cómo mantener y poder pasar tiempo de calidad con su familia sin descuidarse a ellos mismos. Cómo rendir en el trabajo y aguantar toda la presión que le es solicitada para sus labores sin desistir. Afrontar todos los cambios que van generando sus hijos, sabiendo que es algo completamente natural, pero que ellos no lo notan.

Todo esto irá generando poco a poco un enorme peso en la mente de las personas, haciendo que la salud mental vaya en descenso si no se controla de una manera apropiada.

La ansiedad provocada por todas estas situaciones haría que la salud se saliera de control y comience a presentar episodios de desorden, ataques de pánico o pérdida de conciencia por momentos.

Ejercicios para la mente

Sin embargo, hay ejercicios diseñados exclusivamente para trabajar la mente y activar sentidos que se hayan ido apagando con el pasar de los años.

Algunos juegos de mesa que requieran estrategia son un medio excelente para trabajar la mente mientras te diviertes en el proceso. Consigue un compañero para jugar una partida de ajedrez y hacer que tu mente comience a sentir los estímulos, junto con ese toque de competitividad sana que todos necesitamos en la vida.

Los rompecabezas también son considerados como un ejercicio mental. Como ciertamente su nombre lo indica, estos rompecabezas están diseñados para que la persona que desee resolverlos coloque sus pensamientos en orden antes de comenzar a trabajar en la respuesta.

El ejercicio físico te puede ayudar a tu salud mental

Son más que conocidos los beneficios que genera la practica deporte, no solo en el aspecto físico sino también en el aspecto mental;  en este sentido las personas con trastornos mentales presentan una compleja problemática que afecta a varios aspectos, como a su funcionamiento psicosocial, integración social y laboral y a su participación en la comunidad.

Ello hace imprescindible, para una adecuada atención integral a sus distintas necesidades, ofrecer programas y servicios de apoyo social que les ayude a recuperar y/o adquirir las capacidades y habilidades necesarias para vivir y relacionarse en la comunidad, que favorezcan su integración social efectiva en su entorno y mejorar su calidad de vida.

Muchas personas encuentran un escape en las actividades físicas, notando cómo los ejercicios son un medio de salida para los problemas y una generación de satisfacción personal conseguida por méritos propios en base al esfuerzo y tiempo que se le dedique.

El ejercicio físico te puede ayudar a tu salud mental

Para la depresión, el ejercicio practicado regularmente ha probado ser muy efectivo. Al trabajar el cuerpo de forma en que se desarrolle alguna habilidad física genera satisfacción en la persona, lo cual viene siendo una gran ayuda para alguien con una baja autoestima.

Cuando haces ejercicio tu cerebro libera endorfinas, también conocida como la hormona de la felicidad. Esta funciona como un estimulante para el cerebro que lo relaja y hace que se sienta satisfecho y tranquilo reduciendo los niveles de estrés y ansiedad que posea la mente en esos momentos.

El aumento de la condición física, junto con la mejoría de la autoestima, incitarían las relaciones personales de la persona, otorgándole nuevas oportunidades para socializar, además de poder utilizar las nuevas habilidades adquiridas como tema de conversación.

La práctica constante de ejercicio también se ha visto muy efectiva en estudios que demuestran que ayuda a reducir el deterioro cognitivo en adultos mayores, por lo que es recomendable que las personas con más de 60 años realicen actividades físicas con mayor regularidad.

Los ejercicios aeróbicos son ideales para los adultos mayores porque no implica una carga excesiva de esfuerzo, sino que podría motivarlos a mantenerse en un estado activo físicamente, lo que mejoraría poco a poco su salud mental liberándolos del estrés que se genera en el día a día.

La experiencia ha demostrado que a través del deporte las personas que sufren trastornos  mentales  pueden minimizar los síntomas propios de la enfermedad, aumentar la autoestima, perfeccionar habilidades sociales, permitir una oportunidad para salir del aislamiento; en definitiva, lo que se consigue no es otra cosa que una mejora en su calidad de vida.

La práctica deportiva mejora la calidad de vida de toda persona y muy especialmente la de aquellas que sufren una enfermedad mental, nos sirve para descubrir capacidades y motivaciones propias, recuperar aficiones, potenciar relaciones sociales, fomentar la integración social dentro de la comunidad, disminuye el riesgo de marginalidad, crea un espacio de intercambio de experiencias, aumenta la autoestima en fin permite disfrutar con la consecución de logros personales.

El ocio es una importante fuente de bienestar. La mayoría de las personas que padecen un trastorno mental tienen un ocio insatisfactorio y de baja calidad, es lo que se denomina ocio forzado, excesivo tiempo libre que es ocupado con actividades que en sí mismas no producen satisfacción personal. El ocio favorece el desarrollo personal y nadie debe ser privado de él por razones de discapacidad  o  cualquier otra circunstancia de carácter personal o social.

A esto hay que añadir otro aspecto muy importante. Con actividades de este tipo se contribuye a disminuir el estigma que provoca la enfermedad mental en nuestra sociedad. Como se sabe, el estigma es un factor responsable de la ruptura de los lazos sociales, de los fracasos continuados en la inserción, de las cadenas o espirales de reingresos y de las reticencias a cumplir con los tratamientos psicofarmacológicos.

En este contexto, el presente proyecto pretende facilitar un espacio de encuentro que contribuya al fomento del ocio y tiempo libre de personas con trastornos mentales y riesgo de exclusión social, creando una cultura desestigmatizadora que devuelva a estas personas su papel de ciudadano y de hacerles participe de recursos comunitarios normalizados.

Se trata de desarrollar una red de apoyo, no estigmatizante, que contribuya a aumentar la autoestima y facilite la integración social creando lazos de compañerismo y solidaridad. De este modo, intentamos satisfacer necesidades básicas de crecimiento físico, emocional y social, evitando las circunstancias de rechazo, marginación-exclusión social que tradicionalmente se han cernido como máximos riesgos de fracaso y sufrimiento añadido en las vidas de estas personas, recuerden todos seremos adultos mayores.

Como manejar una crisis de salud mental

Si físicamente ha sobre-impuesto su cuerpo, dice por esforzarse en exceso en un día caluroso o quedarse hasta por 24 horas sin dormir, es probable que no se sorprenda si de repente…

Evitamos tales al tender nuestra salud física, el descanso y el agua potable cuando se hace trabajo frente al calor en el aire libre o asegurarse de que duerma lo suficiente en la mayoría de las noches.

Tu mente está sujeta a las mismas reglas, lo que significa que sólo puede tomar tanto estrés antes de que se rompa, sin embargo, muchas negligencias para atender a su salud emocional con la misma devoción que le dan a su bienestar físico. Esto es un error, pero uno que es fácil de remediar con los siguientes consejos para la crianza emocional.

Aquí le daremos a conocer 9 estrategias para proteger u salud mental y evitar una crisis

  1. Ser un optimista

Mirando el lado positivo aumenta su capacidad de experimentar la felicidad en su vida día a día mientras le ayuda a lidiar de manera más efectiva con el estrés.

  1. Tener esperanza

Tener esperanza le permite ver la luz al final del túnel, ayudando a empujar a través de tiempos difíciles, incluso oscuros. Lograr sus objetivos, aunque sean pequeñas, pueden ayudar a construir su nivel de esperanza.

  1. Acepte usted mismo

Observaciones y pensamientos autocríticos serán envolver su mente con la negatividad y fomentar mayores niveles de estrés. Buscar y adoptar los rasgos positivos de ti mismo y de tu vida, y evite la medición de su propio valor comparándose con los que te rodean.

  1. Permanezca conectado

Tener relaciones amorosas y de apoyo le ayuda a sentirse conectado y aceptado, y promover un estado de ánimo más positivo. Las relaciones íntimas ayudan a satisfacer sus necesidades emocionales, por lo que lo convierten en un punto para llegar a los demás a desarrollar y fomentar estas relaciones en su vida.

  1. Expresa gratitud

Las personas que están agradecidas por lo que tienen son más capaces de lidiar con el estrés, tener emociones más positivas, y son más capaces de alcanzar sus metas. La mejor manera de aprovechar el poder positivo de la gratitud es mantener un diario de gratitud o de la lista, donde se escribe de forma activa exactamente lo que estás agradecido por cada día. Si lo hace, se ha relacionado con los estados de ánimo más felices, más optimismo e incluso una mejor salud física.

  1. Encuentra tu propósito y significado

Cuando usted tiene un propósito o meta que usted está luchando por, su vida tomará un nuevo significado que apoya su bienestar mental. Si no estás seguro de cuál es su propósito, explore sus talentos e intereses naturales para ayudar a encontrar, y también considerar su papel en las relaciones íntimas y capacidad de crecer espiritualmente.

  1. Domina tu entorno

Cuando se tiene el dominio sobre su entorno, que ha aprendido a modificar mejor sus circunstancias únicas para el equilibrio más emocional, que conduce a sentimientos de orgullo y éxito. El dominio implica el uso de habilidades tales como la gestión del tiempo y priorización junto con creer en su capacidad para manejar lo que la vida pone a tu manera.

  1. Ejercitate con regularidad

El ejercicio aumenta los niveles de neurotransmisores que promueven la salud como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, que pueden ayudar a amortiguar algunos de los efectos del estrés y también aliviar algunos síntomas de la depresión. En lugar de ver el ejercicio como una herramienta médica para bajar de peso, prevenir enfermedades y vivir más tiempo – todos los beneficios que se producen en el futuro – trate de ver el ejercicio como una herramienta diaria para mejorar de inmediato su estado de ánimo, reducir el estrés y sentirse más feliz.

  1. Busca ayuda profesional

En todos lados existen profesionales de la salud mental dispuestos a ayudarte en tu situación. No dudes en pedir recomendaciones a tus amistades o a organizaciones de profesionales de la salud mental. Los problemas de la salud mental pueden ser variados y complejos y un profesional puede ayudarte. Tambien existen servicios de salud mental como clinicas que ofrecen servicios mas expecializados. No estas sola en esto!

Alcanza la paz y la salud mental

Los ejercicios son todo lo que se necesita en la vida para mantenerse en forma, tanto física como mentalmente, y así poder disfrutar de una buena salud.

Porque, al fin y al cabo, ese es el objetivo de toda persona: gozar de una buena salud mental, junto con una condición física beneficiosa, en compañía de la familia que se ama y los amigos que se quieren.

Pero la salud mental no debería verse como una meta a la cual aspirar, sino como un camino el cual debes recorrer día tras día para llegar a tu destino. Debes preocuparte siempre de que tu salud mental no decaiga para no dejarte llevar por impulsos que harán saltar tus instintos.

Cuida tus acciones y aprende a controlar tu reacción ante situaciones que aún se encuentran dentro de tus manos. Comparte con otras personas cómo te sientes, para que el peso que llevas encima se vea un poco reducido. Procura pensar en positivo para que no te veas inundado en una piscina de pesimismo en la cual podrías llegar a ahogarte algún día.

Todo paso hacia el bienestar mental significa un paso hacia la paz. La salud mental es algo fácil de obtener, pero muy difícil de mantener. Trabaja en ello y consigue la felicidad por medio de la salud mental.

Enlaces externos sobre la salud mental

Grupo Editorial 40
Grupo Editorial 40
Somos un grupo de adultos mayores de 40 años que queremos compartir nuestras experiencias y ayudarnos entre todos a vivir esta espectacular etapa de la vida.

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